Tres meses encerrados en casa dan para mucho y ha llevado a muchos dueños de viviendas a darle una vuelta a esas reformas que llevaban tiempo queriendo hacer y no daban el paso.
Estar tanto tiempo en casa, observar constantemente los defectos de la cocina, el salón, el baño… todo ello ha hecho que en muchos hogares se haya optado por hacer una mejora de la vivienda y acomodarla mejor según los gustos por si vuelve a haber una cuarentena.
Cuando se decide reformar una casa no sólo hay que procurar la renovación de su aspecto y una mejora en sus acabados. También es el momento de hacer otras mejoras. Por ejemplo, de tomar medidas que favorezcan su eficiencia energética. Esto no sólo aportará un ahorro en el consumo de calefacción y electricidad. También aportará un mayor confort a sus habitantes.
Además, en caso de que la casa se vaya a vender o a alquilar, una reforma con la eficiencia energética en mente permitirá conseguir un certificado de eficiencia energética más favorable. Esto la identificará como más confortable ante posibles compradores e inquilinos.
Al contar con una vivienda de mayor eficiencia energética, estará mejor aislada. Por lo tanto, conservará mejor el calor interior en invierno y tardará menos en calentarse. Además, también se ahorrará en consumo de agua, gas natural, etc.
La eficiencia energética se basa en reducir la energía que se utiliza para desarrollar una actividad, acomodar una vivienda o desarrollar productos o servicios. Se trata de conseguir más con menos y esto provoca un ahorro considerable, energético y económico.
Aislamiento térmico.
El aislamiento térmico es la clave para conseguir que la energía utilizada no se pierda. Esto es, no dejar que el calor se escape cuando encendemos la calefacción para evitar gastar más, y por lo tanto reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Sistemas de calefacción eficiente.
Para conseguir que nuestra casa sea 100% eficiente deberíamos revisar el sistema de calefacción. Hay instalaciones mucho más eficientes que otras, en función del combustible o el tipo de calefacción.
Uno de los sistemas de calefacción más eficientes es el gas natural. Es uno de los más extendidos en bloques de edificios, pero también podemos instalarlo en una casa individual.
Las instalaciones de gas natural generan calefacción y agua caliente sanitaria.
Una reforma para instalar un sistema de gas natural no requiere de una gran inversión, además el precio del gas es inferior al precio de la luz, así que estaremos ahorrando en las facturas.
Instalación eléctrica.
Es conveniente revisar la instalación eléctrica en el momento en el que queremos llevar a cabo una reforma en favor de la eficiencia energética. Podemos encontrarnos con una instalación obsoleta, que con una sustitución integral podemos mejorar. Esto hará que ahorraremos en luz.