ECO-G, el distintivo único para el gas natural en la movilidad
Con esta marca, el Consorcio Europeo ECO-GATE, pretende unificar las diferentes formas con que se viene nombrando a la tecnología que utiliza el gas natural como combustible para movilidad terrestre y marítima. De esta forma, ECO-G funcionará como sello de denominación y la marca podrá ser utilizada por fabricantes de vehículos terrestres o marítimos, usuarios de vehículos y empresas tecnológicas, comercializadoras y distribuidoras en el sector de la movilidad con gas natural.
ECO-G, la energía para la movilidad del presente y del futuro
ECO-G es una tecnología limpia que reduce hasta casi cero las emisiones contaminantes que afectan a calidad del aire en las ciudades: hasta un 100% las emisiones de NO2 y más del 95% de las partículas sólidas. Además, reduce en un 50% la emisión sonora y las vibraciones frente a los motores diésel. Y si hablamos de gas renovable, las emisiones de CO2 son neutras: reducción del 100%.
De todos los combustibles alternativos, ECO-G es el único que cuenta con soluciones desarrolladas y operativas para todas las necesidades de movilidad, desde los turismos para los desplazamientos urbanos hasta el transporte de larga distancia (internacional), sin perder prestaciones ni autonomía.
Movilidad sostenible con gas natural, una buena alternativa para ahorrar
Además de beneficios ambientales, la movilidad sostenible con gas natural conlleva importantes ahorros en combustible (50% frente a la gasolina y 25% frente al diésel). Por ejemplo, con 20 euros un vehículo ligero puede recorrer 275 kilómetros con gasolina, 375 con diésel y 555 kilómetros con ECO-G.
Su uso está muy extendido, desde hace décadas, por todo el mundo, especialmente en Latinoamérica y Europa, como en Italia, con más de 1 millón de vehículos y más de 1.100 estaciones, o Alemania, con cerca de 100.000 vehículos y casi 1.000 gasineras. En nuestro país, las cifras no dejan de crecer, lo que demuestra la gran aceptación que tiene la movilidad con gas natural: en 2019, el parque de vehículos de gas natural en España rozó las 23.000 unidades, un 60% más respecto al año anterior.