Lo único que encontraron fueron gallinas, pan, huevos, cangrejos, vino blanco, tomates, champiñones y aceite. El cocinero desesperado por tener que preparar un gran banquete con tan escasos ingredientes se inspiró en un preparado que se cocinaba en los Alpes ya que él era de origen suizo y elaboró esta sabrosa y sencilla receta de pollo que después sería llamada Pollo a la Marengo en honor a la victoria de la batalla.
Preparación del pollo a la Marengo
1. Ponemos una cazuela grande en el fuego de gas natural y calentamos la mantequilla con 3 cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté la mantequilla derretida, incorporamos el pollo y lo doramos bien por todos sus lados.
2. Una vez que tengamos el pollo bien dorado por todas partes añadimos las cebolletas cortadas en juliana y 2 cucharadas de perejil bien troceado.
3. Rehogamos durante unos 10 minutos removiendo de vez en cuando.
4. Añadimos la harina y removemos bien con una cuchara de madera de forma que la harina llegue a cocinarse. Salpimentamos.
Cocción con gas natural y presentación final del guiso de pollo
1. Agregamos el vino y el coñac y dejamos que se evapore el alcohol durante unos minutos antes de añadir el caldo de pollo o el agua. Salamos y tapamos la cazuela a fuego medio.
2. Dejamos que se guise la carne a fuego medio bajo durante 45 minutos.
3. Pasado este tiempo pelamos y trituramos los tomates y los añadimos al guiso de pollo junto con los champiñones pelados y laminados.
4. Seguimos cocinando con la cazuela tapada durante 15 minutos a fuego lento y destapamos. Probamos de sal y si hace falta rectificamos.
5. Continuamos el proceso 15 minutos más hasta que el guiso de pollo esté preparado.