El gas natural te ofrece una multitud de ventajas, y, según dicen los chefs, es el modelo energético que necesitas para elaborar platos deliciosos con el máximo rendimiento.
Estas son las ventajas de la cocina de gas natural:
1. Es más sostenible: esta energía garantiza el respeto al medio ambiente, al menos de manera más efectiva que las versiones eléctricas (vitrocerámica e inducción) o las de gas butano o propano.
2. Es más barata: es una opción bastante más económica que la electricidad y, aunque aparentemente sale menos rentable que el butano, cocinando una media de dos veces diarias resulta más eficiente.
3. Mayor control: las cocinas de gas natural permiten controlar con precisión la temperatura (de manera manual y precisa, sin perder un ápice de energía). De esta manera habrá menos posibilidades de que los alimentos se quemen o se pasen.
4. Limpieza sencilla: las placas nuevas son muy fáciles de limpiar, lo que te ayudará a optimizar tu tiempo en la cocina. Suelen estar hechas de cristal de vidrio cerámico y las parrillas de hierro fundido se pueden meter en el lavavajillas.