Las secadoras son uno de los electrodomésticos más deseados, pero a la vez es uno de los más temidos por su elevado consumo eléctrico. Esta es una de las principales ventajas de la secadora de gas natural comparada con una secadora eléctrica, ya que el precio del gas natural es muy inferior al de la electricidad.
Consejos para reducir el consumo energético.
1. Utiliza los programas automáticos de detección de humedad. Son más exactos y eficientes que los programas manuales.
2. Usa el ciclo de enfriamiento progresivo. Deja que la ropa termine de secarse con el calor residual de la secadora.
3. Centrifuga la ropa antes de meterla en la secadora. El centrifugado consume mucha menos energía que la secadora.
4. Aprovecha los días soleados para secar la ropa al aire libre. Es la forma más eficiente y limpia de secado.
Ventajas de la secadora de gas natural:
– Seca la ropa en menos tiempo que una secadora eléctrica.
– Permite secar, en poco espacio, grandes cantidades de ropa.
– Facilita el planchado porque la ropa se apelmaza menos.
– Debido al calor que desprende, las prendas quedan más higienizadas y se eliminan gérmenes, lo que es muy importante para personas alérgicas.
– Gracias al calor se evitan alteraciones de color y textura de la ropa.
– Clase energética A+ de bajo consumo de gas. Reduce el gasto y ahorra energía. Una secadora media de clase D consume unos 304 kWh/año, y el de una clase A, 167 kWh/año. La diferencia de ahorro es casi del 50%.
– El gas natural es hasta un 70% más barato que la electricidad. Su gran calidad y durabilidad hará que tu secadora de ropa esté como nueva durante años.
– La secadora de gas es más respetuosa con el medio ambiente que una secadora eléctrica.