Cuidamos los recursos disponibles
Desafío medio ambiental
La composición química del gas natural es la razón de su amplia aceptación como el más limpio de los combustibles fósiles:
- El gas natural emite en su combustión entre el 25% y 30% menos de CO2 que los productos derivados del petróleo.
- El gas natural emite entre un 40% y un 50% menos de CO2 que el carbón.
- Está prácticamente exento de azufre (SO2) y su combustión apenas lo produce
- Las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) se reducen considerablemente con la combustión del gas natural en comparación con otros combustibles fósiles.
Estas ventajas naturales pueden ser aumentadas, ya que el gran rendimiento de uso del gas natural ofrece considerables potenciales de ahorro de energía.
Gestión ambiental
Iniciativas globales
Calentamiento global
El clima de la Tierra cambia continuamente desde hace millones de años debido a las interacciones producidas entre la radiación solar y los diferentes componentes de la geosfera (tierra, agua, aire) y de la biosfera (seres vivos).
Sin embargo, en la actualidad, la emisión de gases invernadero por parte de algunas actividades humanas está modificando la dirección del cambio climático producido por causas naturales.
Cambio climático
El cambio climático es el gran reto ambiental del siglo XXI. Es un proceso de retención de la energía parecido a lo que ocurre con un invernadero o con la manta que cubre una mesa con un brasero. Los gases que rodean a la Tierra son más transparentes a las radiaciones de onda corta del Sol; en cambio, son más absorbentes a los rayos infrarrojos que emite la Tierra. Por esta razón, estos gases fomentan que parte de esa radiación sea reflejada de nuevo a la Tierra, contribuyendo a su recalentamiento.
Efecto invernadero
El efecto invernadero está producido por los cambios que se provocan en los gases que se encuentran en la atmósfera en pequeñas proporciones:
- Dióxido de carbono (CO2)
- Metano (CH4)
- Óxido Nitroso (N2O)
- Ozono (O3)
- Hidrofluorocarbonos (HFC’s) y perfluorocarbonos (PFC’s).
Estos gases mantienen caliente la parte baja de la atmósfera y la superficie terrestre. SIn embargo, los humanos estamos aumentando excesivamente su concentración, provocando así un proceso de calentamiento global de la Tierra que modifica el funcionamiento del sistema climático.